Ronaldinho

Embajador del "jogo bonito"

Dinho una gran sonrisa con tobillo de goma, imaginación desbordante y regate electrizante, un jugador imprevisible que inventa, pasa, golea, con un juego alegre a ritmo de samba, al que la magia abandonó cuando le negó el pie al balón y le estrechó la mano a la pereza y la fiesta.

Ronaldinho Gaúcho, es el último embajador del jogo bonito. Campeón del Mundo con Brasil en 2002 y heredero en la cancha del gran Garrincha. Le llaman gaucho por ser de la zona sur de Brasil, cerca de Uruguay y Argentina, región de estos indómitos ganaderos. A los ocho años la muerte de su padre ahogado en la piscina de la casa que el club le había regalado a su hermano, jugador del Gremio sacudió a la familia.

Enrolado en las inferiores del club de Porto Alegre, Dinho depuró su técnica en las canchas de fútbol sala y con apenas 17 años debutó en 1998 con el Gremio, para luego ganar con Brasil el Mundial sub-17 siendo goleador y mejor jugador del torneo. En 1999 fue campeón de la Copa América con Brasil, dejando para la historia su gol ante Venezuela: sombrero al defensor, control con la espuela y gol. Una obra de arte por la que fue comparado con el mismísimo Pelé.

El PSV Eindhoven y el Paris Saint Germain intentaron ficharlo, después de un largo litigio fue transferido al PSG, club en el que Ronaldinho exhibió su imborrable sonrisa y deleitó con sus regates imposibles a la parroquia parisina, lo que le valió la convocatoria para el Mundial de Corea-Japón 2002, dejando a la vieja gloria Romário en la playa. Brasil fue pentacampeona y Dinho dejó para el recuerdo otro antológico gol ante Inglaterra.

De vuelta en Europa su mala relación con el entrenador francés del PSG, Luis Fernández, adelantó su salida del club. Manchester, Barça y Real Madrid entraron en la puja para ficharlo. Al final Joan Laporta lo llevó al Camp Nou, Ronaldinho se convirtió en el sucesor de Rivaldo, Ronaldo y Romário y en la estrella mediática prometida por el nuevo presidente culé. En Barcelona desplegaría su mejor fútbol aunque solo por tres temporadas para luego unirse al Milán, su carrera nunca fue la misma.

Ronaldinho, la sonrisa eterna, un jugador fabuloso e imprevisible.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar